martes, 8 de noviembre de 2022

Salud mental y dolor crónico

 



Salud mental y dolor crónico

El ser  humano no es solo un  conjunto de sistemas que trabajan entre sí de manera sinérgica e interconectados con intima retroalimentación. El ser humano además se compone de sus experiencias, cultura, gustos, deseos y hasta de traumas y frustraciones que se llevaran guardados en centros específicos cerebrales para ser evocados en situaciones similares con el fin de autoprotección generando una respuesta rápida ante aquel estresor. Pero aquella experiencia guardada en los centros amigdalinos cerebrales además de promover un mecanismo de defensa fisiológico, podría de manera inconsciente enfermarnos hasta el punto de generar patología dolorosa tal como aquellas  amplificadoras de los estímulos incluyendo los álgidos.

Recordemos que el sistema nervioso central tienes entre muchas,  Una función bien específica que es Sentir, Y cuando hablo de sentir me refiero a tanto lo emocional como a lo físico. Siento amor, odio, estrés, frustración y por otro lado placer, dolor, frio o calor. Bien sabido es que hay sustancias llamadas neurotransmisores que actúan y elevan sus niveles en el líquido cefalorraquídeo, en núcleos específicos cerebrales y hasta en el torrente sanguíneo, sustancias involucradas  tanto el estrés como en la génesis del dolor y su amplificación tales como sustancia P y glutamato en la medula espinal. Por otro lado la serotonina presente en niveles altos en momentos de felicidad y alegría, actúa como un analgésico endógeno.

Sería inútil tratar de separar lo inseparable e intentar desmembrar la fisiopatología del dolor crónico dejando lo físico por un lado y lo emocional por el otro, error que se cometió por muchos años degenerando casi siempre a un facilista  y muchas veces errado diagnóstico de hipocondriasis.

El dolor crónico puede conducir a depresión, insomnio y estrés. Revolcando la  autoestima del paciente repercutiendo además en la parte laboral y económica afectando no solo al enfermo, sino también a su núcleo familiar

El dolor y la depresión están en íntima cohesión,   El dolor causar depresión  y La depresión causa más dolor, Creando así un muy bien conocido CIRCULO vicioso difícil mas no imposible de romper, teniendo al tiempo de enemigo.

No es nada raro observar pacientes con dolor  crónico con diagnósticos de ansiedad y depresión, esquizofrenia, trastorno afectivo bipolar entre otros y de ahí surge la pregunta; Quien fue primero, el huevo o la gallina?, Pregunta sin respuesta certera y universal hasta la fecha.

A mi parecer tenemos dos frentes a tratar; El primero es el abordaje interdisciplinar del paciente con dolor crónico, dándole el protagonismo que merece la salud mental del paciente, tanto con psicología como psiquiatría, y las ayudas de rehabilitación, técnicas  e intervenciones propias del área entre la que se recomienda la terapia cognitiva conductual

 

Lo Segundo es cuidar celosamente de la salud y emocionalidad de nuestros niños y jóvenes estando alertas para evitar violencia y abusos de cualquier tipo para tener futuramente una sociedad de adultos sanos y productivos.

 

“Restarle importancia a la salud mental, psiquis y emociones al paciente con dolor crónico, sería igual que alimentar a un infante sin el calor materno”



Dr. Alberto E Ramírez García


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