Salud mental y dolor crónico
El ser humano no es
solo un conjunto de sistemas que
trabajan entre sí de manera sinérgica e interconectados con intima
retroalimentación. El ser humano además se compone de sus experiencias,
cultura, gustos, deseos y hasta de traumas y frustraciones que se llevaran
guardados en centros específicos cerebrales para ser evocados en situaciones
similares con el fin de autoprotección generando una respuesta rápida ante
aquel estresor. Pero aquella experiencia guardada en los centros amigdalinos
cerebrales además de promover un mecanismo de defensa fisiológico, podría de
manera inconsciente enfermarnos hasta el punto de generar patología dolorosa
tal como aquellas amplificadoras de los
estímulos incluyendo los álgidos.
Recordemos que el sistema nervioso central tienes entre
muchas, Una función bien específica que
es Sentir,
Y cuando hablo de sentir me refiero a tanto lo emocional como a lo físico.
Siento amor, odio, estrés, frustración y por otro lado placer, dolor, frio o
calor. Bien sabido es que hay sustancias llamadas neurotransmisores que actúan
y elevan sus niveles en el líquido cefalorraquídeo, en núcleos específicos
cerebrales y hasta en el torrente sanguíneo, sustancias involucradas tanto el estrés como en la génesis del dolor
y su amplificación tales como sustancia P y glutamato en la medula espinal. Por
otro lado la serotonina presente en niveles altos en momentos de felicidad y
alegría, actúa como un analgésico endógeno.
Sería inútil tratar de separar lo inseparable e intentar
desmembrar la fisiopatología del dolor crónico dejando lo físico por un lado y
lo emocional por el otro, error que se cometió por muchos años degenerando casi
siempre a un facilista y muchas veces
errado diagnóstico de hipocondriasis.
El dolor crónico puede conducir a depresión, insomnio y
estrés. Revolcando la autoestima del
paciente repercutiendo además en la parte laboral y económica afectando no solo
al enfermo, sino también a su núcleo familiar
El dolor y la depresión están en íntima cohesión, El dolor causar depresión y La depresión causa más dolor, Creando así
un muy bien conocido CIRCULO vicioso difícil mas no imposible de romper,
teniendo al tiempo de enemigo.
No es nada raro observar pacientes con dolor crónico con diagnósticos de ansiedad y
depresión, esquizofrenia, trastorno afectivo bipolar entre otros y de ahí surge
la pregunta; Quien fue primero, el huevo o la gallina?, Pregunta sin respuesta
certera y universal hasta la fecha.
A mi parecer tenemos dos frentes a tratar; El primero es el abordaje interdisciplinar
del paciente con dolor crónico, dándole el protagonismo que merece la salud
mental del paciente, tanto con psicología como psiquiatría, y las ayudas de
rehabilitación, técnicas e
intervenciones propias del área entre la que se recomienda la terapia cognitiva
conductual
Lo Segundo es cuidar celosamente de la
salud y emocionalidad de nuestros niños y jóvenes estando alertas para evitar
violencia y abusos de cualquier tipo para tener futuramente una sociedad de
adultos sanos y productivos.
“Restarle importancia a la salud mental, psiquis y
emociones al paciente con dolor crónico, sería igual que alimentar a un infante
sin el calor materno”
Dr. Alberto E Ramírez García
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