Cuando salga el sol
(Días de COVID)
Escrito el día 8 de aislamiento por ser COVID positivo, síntomas respiratorios y pronóstico poco alentador. Escrito decúbito ventral en mi cama.
Sin noticias de vacuna.
Sumergidos en la oscuridad sin la mínima esperanza, cuando las plegarias no surgen efecto, ni golpes de pecho ni alabanzas.
Cuando las salidas se esconden y los caminos se estrechan y cada paso que damos sentimos que se hace más grande la brecha.
Es ahí, justo ahí que recordamos los frágiles que somos, que ni el dinero ni las flores, ni títulos, ni adulaciones pueden calmar la angustia de aquel sentimiento vano, observando que la vida en cualquier momento se nos escapa de las manos
Sumergidos en la oscuridad de excesos y pasiones, cuando damos más valor a las piedras que a las flores, cuando los padres envejecen y los hijos se hacen adultos y el tiempo que se fue no vuelve burlándose de nuestro pedido de indulto.
Es ahí, justo ahí , que recordamos la felicidad de aquellos tiempos, las reuniones con los primos en la casa de los viejos, cuando te escondías de la tía Candelaria que te sacaba a bailar y llegaba el primo Migue y a escondidas del licor de moda me daba a probar
Sumergidos en la Luz de un Nuevo día, agradeciendo al creador por esta nueva oportunidad recibida, de poder vivir y abrazar a mi familia, compartir con mis primos, reír de los mismos chistes de siempre y brindar por lo vivido, recordando con alegría el pasado y gozo por el presente, dejando el futuro atrás olvidando los pendientes,
solo deseo volver a vernos todos reunidos y de la felicidad de ese instante ser enteramente consiente.
Quisiera despertar mañana y que esta noche ya no sea más mi presente.
Prometo ante el creador que cuando vuelva a ver la luz del sol, No olvidar lo que es vivir de noche y haber aprendido del dolor.
Alberto E. Ramírez García
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