viernes, 23 de septiembre de 2022

 



Memorias de la Metro de Quilla

 

En una mesa de cafetería estábamos sentados Juan Camilo Peláez, Marcus Eduard Pietro y yo .

Marcus era un estudiante extranjero de Jamaica, que llego sin hablar español, pero por su gran carisma e inteligencia supo integrarse de maravillas con el resto del grupo de “pichones de médicos” y aprender el idioma en su primer semestre,  con su español entendible pero con un fuerte acento extranjero se daba un toque de inocencia o más bien Pseudo-inocencia que aprovechaba para hacer y deshacer, Como característica física esencial estaba su caminado con pecho afuera y nalgas paradas, caminado que me recordaba un pato Sabanero, más específicamente de esos patos criados en finca de Ceretè, “Los que somos de pueblo, sabemos de qué hablo” .

Ese mismo día se levantó de la mesa y se acercó a una hermosa mujer de algunos semestres superiores que disfrutaba de un pastel de pollo con jugo de naranja. Marcus le dijo algo, como respuesta a sus palabras observamos que la diva le insultó con palabras grosas e incluso le dijo negro HP, pero algo le dijo Marcus que se calmó, la mujer se acercó con cara de puño y nos dijo que debíamos sentir vergüenza por nuestro comportamiento tan deplorable. Quedamos sin entender nada y al preguntarle a Marcus lo acontecido nos contó que  le pidió el “chocho” a la mujer y esta se molestó muchísimo, pero le dijo que nosotros le habíamos dicho que lo que comía se llamaba chocho y a él le parecía algo diferente y exótico ya que no era de esta cultura y  le gustaría probarlo. Le “confesó” con lágrimas en los ojos que él fue solo una víctima de nuestra maldad, que debía cambiar de amistades y esta se ofreció a mostrarle barranquilla esa misma noche.

Con una sonrisa maliciosa nos dijo lo siguiente; “Grrracias amigus, ustedes son lo massssimou, a lo mejor hasta termina dándome el chochouu”.

 

Alberto Ramirez Jr


jueves, 22 de septiembre de 2022

 



Día internacional del Alzheimer 

(Puto Alzheimer)


El dolor del olvido


Madre; 

No me recuerdas , preguntas quien soy, hoy te es extraño  el fruto de tu ser 

El retoño que diste vida, producto de tu amor, no es más que una persona más  sin  valor ,

 Me diste todo, me alimente de ti, tu cariño y protección me hizo fuerte para  en este mundo poder creer, 

Pero hoy ni siquiera  recuerdas el amor de tu vida, aquel que sembró su semilla en tu tierra fértil, para que tu familia pudiera ser 

Aunque no sepas quien soy, yo si  me acuerdo de ti, mi piel  guarda el recuerdo de tus  caricias, Tus regaños con palabras de severa dulzura 

fueron para mi alma en formación la calma para mi pueril locura 

Hoy me toca despedirte en vida, cada día te siento más lejana, aunque que te tengo de cuerpo presente, poco a poco y de manera progresiva se va despidiendo  tu mente, 

hasta quedar como un papel en blanco , donde tinta alguna volverá a escribir un presente.


Alberto Ramírez Jr.

viernes, 16 de septiembre de 2022

 




Crónica de un Quemado 

Caso real que se relatará en primera persona con fines de estética narrativa


Hace algunos años pase por una etapa compleja de mi vida.

Empecé a experimentar unos cambios comportamentales y de salud, en ese momento y a mi parecer normales o esperables de mi profesión médica, cambios que con frecuencia aparecían, pero con un fin de semana tranquilo o de cambio de ambiente se resolvían. Lo llamativo era que estaban presente hacia poco más de un mes y sin mejora.

¿Qué cambios presentaba?; Sensación de cansancio, desmotivación, cefalea, cambios gastrointestinales y en ocasiones poca tolerancia . Pero no importa, me decía a mi mismo, hay que seguir adelante prestando mis servicios, “Soy médico y esto es así”. Frase muy típica en nuestro gremio que desde estudiantes es inculcadas por nuestros profesores, haciendo alarde de ser supuestamente superiores en el ego y más fuertes e inteligentes que el resto de la población,  lo que nos hace creernos la elite intelectual e inmunes al fracaso y al estrés.  

Pasaron meses en esta misma situación e irremediablemente paso lo que tarde o temprano iba pasar; Se cometió un error. En este caso un acto de intolerancia hacia un paciente agresivo portador de dolor y sufrimiento crónico, que amenazó con golpear a la secretaria, el cual, teniéndolo enfrente de tú a tú, expresándole que si se atrevía a maltratar a la compañera tenía que hacerlo conmigo también y que le aseguraba que no me iba a dejar agredir. El paciente después de vociferar se retiró molesto y obviamente paso la queja a su manera, lo que me acarreo un llamado de atención formal y casi mi despido.   No valieron los actos de entrega y sacrificios para de alguna manera minimizar mi error, ni las horas extras, los pacientes adicionales, llegar media horita antes y si hoy no pude almorzar no importa, Después me como una súper cena con dos cervezas bien merecidas!!!. Fui Diagnosticado con síndrome de Burnout moderado.

Algunos colegas no han sido tan afortunados en la resolución del problema, y llegan hasta tomar decisiones extremas o cometiendo actos y/o errores que cambian su vida completamente tanto personal como profesional comprometiendo además la vida de otros a su cuidado.

El síndrome de Burnout o del trabajador quemado, existe en el gremio médico y se estima que en Colombia su prevalencia es del 12 al 43% en el año 2021.


Dentro de las estrategias que se implementaron fueron las siguientes :

Hacerme consiente de las cargas laborales que puedo asumir sin sobre exigirme.

Pedir ayuda al servicio de salud ocupacional y psicología. 

Informar a mis jefes y tomar medidas como tiempos de descanso, alimentación que si bien no me exigían sacrificar , yo lo hacía porque lo creía parte de mi deber.

Desconectarme al salir del trabajo.

Ser consciente que no somos superiores a nadie y en nada, hay que romper ese estúpido ego. Los médicos somos unos trabajadores que de debemos estar muy bien en todos los sentidos para brindar un servicio humano y de calidad.


La felicidad radica en ser equilibrados en todos nuestros actos, Los medico NO somos semidioses ni mártires resignados a merced de nuestro propio ego. Los medico somos solo seres humanos con vocación de servicio y amor a la humanidad.


Dr Alberto E. Ramírez García

TARTAMUDO

  Tartamudo   “Tengo tantas cosas importantes que decirles que me perdonaran si tartamudeo y demoro un poco más en mi ponencia” fue lo pr...